La planta de tratamiento integral de residuos sólidos —ubicada en el municipio de Nicolás Romero— recibe diariamente mil 500 toneladas de basura (80% contenida en bolsas de plástico).
Ante tal panorama, autoridades del Estado de México pusieron en marcha una nueva forma y única en todo el país de disponer de los residuos sólidos. Con este sistema se aprovecha 97% de la basura.
El método consiste en que una vez que los camiones recolectores llegan a la planta se rompen las bolsas de plástico para extraer los desechos y se clasifican para que se reutilicen y se reciclen las mismas bolsas, las botellas de PET, envases de tetra-pack, telas, papel, metales y cualquier tipo de plástico.
Lo que no se reutiliza se deposita en un área especial donde se impide cualquier filtración al subsuelo y donde la basura es sometida a diversos procesos químicos que eliminan olores y la producción de líquidos tóxicos que desprenden los desechos.
Ahí permanece la basura durante 22 días, tiempo después se descompone y permite la elaboración de fertizante orgánico, un abono que puede sustituir el uso de agroquímicos en los cultivos.
De acuerdo con Luis Orlando Castro, creador de esta novedad, con este sistema se puede reducir la cantidad de materiales orgánicos que se confinan y eliminar los daños ambientales que eso provoca.
A su vez, el secretario de Medio Ambiente del Estado de México, Guillermo Velasco, explicó que el material producto del reciclaje de bolsas de plástico, por ejemplo, se ha empleado para la construcción de muros y bancas del parque del Bicentenario en el municipio de Metepec.
Fuente: El Universal