México se sumó a la lista de países que elaboran bioproductos de polímero de maíz al producir actualmente charolas para alimentos.
De acuerdo con Salvador Ortega, director general de NatureWorks, los plásticos tradicionales se obtienen de un polímero de petróleo, mientras que los biopolímeros tienen su origen en los azúcares de las plantas; en el caso del maíz, proviene de la fructosa.
La empresa produce y comercializa anualmente 70 mil toneladas de polímero de maíz bajo la marca Ingeo. El próximo verano abrirá una línea de producción por otras 70 mil toneladas y para 2010 construirán otra planta. Actualmente analizan qué país es el más conveniente.
En México, dos empresas lo usan como insumo para fabricar charolas: Plásticos del Futuro y Proma Plast.
La primera produce charolas para empacar frutas y verduras con 55% de biopolímero y 45% de PET; estos empaques los compran los productores hortofrutícolas que le venden a Comercial Mexicana y Superama.
Esta biotecnología reduce los costos de producción y de contaminación al medio ambiente entre 30 y 60%, y el producto se degrada en 8 semanas, siempre y cuando se deseche en una composta industrial.
Las perspectivas en el mercado mexicano son grandes, porque las legislaciones empujan hacia el uso de productos biodegradables, aunque es necesario construir las compostas industriales.
En unos años, México podría alcanzar los niveles de Asia, Europa y Estados Unidos, donde se fabrican grabadoras, celulares, computadoras y hasta ropa con el grano.
Fuente: Reforma