España.- Suntory Beverage & Food Europe (SBFE) desarrolla por primera vez a nivel mundial botellas recicladas enzimáticamente con calidad alimentaria. Este hito hace que la consecución de un PET infinitamente reciclable esté hoy un paso más cerca. En este caso se trata de Orangina, el refresco con zumo de naranja líder en el mercado francés.
Esta innovación es clave en la estrategia de sostenibilidad de la compañía y de todos sus mercados, para conseguir la circularidad de los envases de todos sus productos. De esta forma, impulsará su transición hacia el uso de plástico fabricado a partir de residuos post consumo. Y ayudará a que el grupo alcance el objetivo de 0 emisiones netas en 2050 en línea con su visión Growing for Good.
Estas botellas recicladas enzimáticamente representan 10 años de investigación y desarrollo iniciados por Carbios. El resultado ha sido la creación de un nuevo proceso que potencia una enzima. Que se encuentra de manera natural en el compost y que normalmente descompone las membranas de las hojas de las plantas muertas.
El proceso de las botellas recicladas enzimáticamente
Mediante la adaptación de esta enzima y su desarrollo tecnológico se ha logrado optimizarla. Y así descomponer cualquier tipo de plástico PET (independientemente del color o complejidad) en sus componentes básicos. De tal forma que estos pueden volver a convertirse en plástico de calidad virgen.
Este proceso de las botellas recicladas, permite descomponer el 97% del plástico en solo 16 horas. 10 mil veces más eficaz que cualquier ensayo de reciclaje biológico de plástico que se haya llevado a cabo hasta la fecha, esto según datos avalados por expertos de Nature.
Reciclaje enzimático
El reciclaje enzimático deja a un lado la problemática de la degradación en el reciclaje convencional y puede utilizarse en cualquier tipo de plástico PET. Además, este proceso de reciclaje es poco agresivo, reduciendo de esta manera la huella de carbono en un 30% las emisiones de CO2, en comparación con el reciclaje común de incineración y vertido.
Cada año se fabrican en el mundo unos 70 millones de toneladas de plástico PET, equivalente a alrededor del 20% de todo el plástico. Pero a través de los repetidos procesos termo mecánicos convencionales, el plástico utilizado en los envases se degrada con el tiempo y requiere nuevo plástico virgen para conservar su calidad.
Carbios ha conseguido hipercargar las enzimas naturales de los montones de compost que descomponen las membranas de las hojas de las plantas muertas. El plástico PET está hecho de una cadena de bloques de construcción también llamados monómeros y esta enzima optimizada es súper eficiente para cortar el plástico PET en estos bloques de construcción: ácido tereftálico y etilenglicol. Estos monómeros pueden recombinarse para recrear el polímero de PET, con calidad alimentaria, en un bucle infinito de calidad virgen.
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