Las bebidas alcohólicas, como la cerveza y el vino, suelen estar presentes en momentos de celebración. Vienen con versiones de color, sabor y textura para todos los gustos, buscando alinearse con la sustentabilidad.
Sabemos que para ser agradables a la vista y al paladar, las cervecerías y las bodegas deben confiar en soluciones eficientes, económicas y seguras para la salud, de forma que estas bebidas mantengan sus propiedades fisicoquímicas desde la producción hasta la mesa.
Para obtener un producto de buena calidad, es esencial conciliar materia prima y técnica de alto nivel. Este tipo de bebidas se oxidan rápidamente debido a la presencia de algunas sustancias.
Por ello, no basta con seleccionar los mejores ingredientes si no se utilizan recursos para evitar que el líquido pierda sus propiedades en el procesamiento y llenado. Entonces, aquí el concepto clave es la estabilidad.
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El papel de la estabilidad y la seguridad en las bebidas alcohólicas
La estabilidad se puede garantizar mediante la aplicación de agentes biológicos o sintéticos en el proceso de filtración de líquidos.
Por ejemplo, en el mercado existen polímeros sintéticos que actúan absorbiendo polifenoles y metales no deseados, como el hierro y el cobre, en bebidas alcohólicas o no alcohólicas. En bebidas alcohólicas:
- Su acción proporciona estabilidad al sabor.
- Eliminan el amargor metálico.
- Brindan color y claridad sin alterar el carácter de la bebida.
Otra característica importante de estas bebidas es la seguridad alimentaria. La búsqueda del líquido perfecto puede resultar en la adición de químicos que son dañinos para la salud humana.
Las soluciones, elaboradas a partir de granos finos o gruesos, son insolubles en todos los disolventes comunes y, por lo tanto, pueden separarse completamente de la cerveza mediante filtración, sin rastros de contaminación química.
La producción de estabilizadores debe ser amigable con el medio ambiente y permitir el buen uso eficiente de los recursos. Es decir, los subproductos de una planta se deben poder utilizar como materia prima en otra parte, lo que conduce a una enorme reducción de uso de energía, agua, materia prima, emisiones y desechos.
Es importante comprender los desafíos de las cervecerías y bodegas para controlar los factores que influyen en el sabor, aroma y apariencia de las bebidas. Por eso, es preciso innovar para desarrollar y ofrecer soluciones eficientes, fáciles de usar, económicas y sustentable, con el fin de contribuir a que un producto de calidad y seguro esté siempre en la mesa del consumidor final.
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